El sistema Ibérico recorre de noroeste a sureste buena parte de la península Ibérica, flanqueando el río Ebro hasta sus estribaciones meridionales en las sierras valencianas de La Calderona y Espadán. Las sierras de Javalambre y Gúdar constituyen el último gran zócalo montañoso de dirección ibérica y altitud superior a 2.000 metros que orla por el oeste de las sierras interiores y prelitorales valencianas en contacto con la fachada marítima mediterránea. Esta transición da lugar a una rica diversidad florística propia de un territorio de encuentro entre las duras condiciones continentales y la suavidad del clima mediterráneo litoral.
En la confluencia de Aragón, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, surge la sierra de Javalambre y el Río Turia, formando un enclave que he denominado Javalturia, por sus características geomorfológicas comunes a un territorio que concentra una rica variedad florística, dispersa entre divisiones autonómicas que no desmerecen su carácter y relevancia ecológica. El caminante que recorra estas sierras situadas entre Cuenca, Teruel y Valencia, encontrará en apenas 30 Km, un gradiente altitudinal que tiene su cota mínima en los 500 metros del río Turia y el techo a 2.020 metros en la sierra de Javalambre.
Los recorridos a pie discurren a través de una amplia red de senderos, como los de gran recorrido GR 10, GR 7 y GR 37, además de otros de pequeño recorrido y locales. Destacan por su valor paisajístico los de Aras de los Olmos y Titaguas, en la provincia de Valencia, con más de 300 Km balizados. Partiendo desde el río Turia, entre Cuenca y Valencia y desviándonos hacia el río Arcos, afluente del Turia, encontraremos un sinuoso bosque de galería con chopos, sauces y fresnos, flanqueado por frondosos bosques de pino carrasco (Pinus halepensis), asociación vegetal predominante en la cuenca del río Turia, con ejemplares monumentales de altura superior a 30 metros, como “El Gran Pino de la Cocinilla” en Aras de los Olmos (Valencia).
Si seguimos ascendiendo por el cauce del río Arcos, en el municipio de Santa Cruz de Moya (Cuenca) admiraremos la belleza de un río humilde que atraviesa hermosos paisajes donde la nutria campea por una intrincada orografía entre las sierras de Tortajada y El Mompedroso. A medida que ascendemos, el pinar de carrasco pierde protagonismo para dar paso a los pinares de laricio (Pinus nigra) que predomina en parajes umbrosos, mientras que el carrasco queda relegado a las apacibles solanas ribereñas. Cerca del entronque entre las provincias de Cuenca, Valencia y Teruel, en El Navarejo, se encuentra un extenso pinar de rodeno (Pinus pinaster) que ocupa un afloramiento silíceo entremetido desafiante en el predominio calizo de estas sierras.
Siguiendo por un terreno cada vez más quebrado, aparecen extensos encinares y carrascales (Quercus ilex y Quercus rotundifolia) que en enclaves edáficos muy pobres, ceden su protagonismo a una de las formaciones más peculiares de “Javalturia”: los sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera). Destaca el “Sabinar de Las Blancas”, en Puebla de San Miguel y las sabinas monumentales de más de 500 años de edad, como “La Travina de La Juana” en Cañada Pastores (Alpuente) o “La Sabina de las Dueñas” en Arcos de las Salinas.
Otro enclave botánico de especial relevancia por su peculiaridad es la tejeda de Abejuela-Manzanera que contiene ejemplares milenarios de gran porte. Sin duda, los árboles monumentales constituyen uno de los patrimonios naturales más relevantes de “Javalturia”.
Destacan en este recorrido los términos de Arcos de Las Salinas (Teruel) o el Parque Natural de la Puebla de San Miguel (Valencia), situados en el flanco suroeste de la sierra de Javalambre, en la cabecera del río Arcos, donde nace a 1.500 metros de altitud, con presencia de tejos, acebos y sabinas rastreras en los alrededores del valle y que forman un mosaico vegetal en el que progresivamente van adquiriendo protagonismo los pinares de albar (Pinus sylvestris).
Destacan en este recorrido los términos de Arcos de Las Salinas (Teruel) o el Parque Natural de la Puebla de San Miguel (Valencia), situados en el flanco suroeste de la sierra de Javalambre, en la cabecera del río Arcos, donde nace a 1.500 metros de altitud, con presencia de tejos, acebos y sabinas rastreras en los alrededores del valle y que forman un mosaico vegetal en el que progresivamente van adquiriendo protagonismo los pinares de albar (Pinus sylvestris).
Esta paleta vegetal culmina en las redondeadas cumbres de la sierra de Javalambre, en las que alcanza su máxima expresión los rodales de sabina rastrera (Juniperus sabina) rodeados de pastizales vivaces de alta montaña, característicos del ámbito bioclimático oromediterráneo.
Desde las cumbres de Javalambre podemos disfrutar de cielos nítidos cuajados de estrellas en una nocturnidad libre de cualquier polución lumínica, o bien en días claros podemos contemplar el Mediterráneo y el sur de la ciudad de Valencia y “L’Albufera”, el pico Penyagolosa que con sus 1.813 metros sobre el nivel del mar, rivaliza con el Alto de las Barracas (1.839 metros) de la comarca del Rincón de Ademuz, al ser estas montañas las de máxima elevación situada dentro del territorio valenciano o el altivo Montdúver, el costero Montgó, la cercana sierra de Gúdar, las sierras conquenses, los Montes Universales e incluso las estribaciones béticas septentrionales.
Desde las cumbres de Javalambre podemos disfrutar de cielos nítidos cuajados de estrellas en una nocturnidad libre de cualquier polución lumínica, o bien en días claros podemos contemplar el Mediterráneo y el sur de la ciudad de Valencia y “L’Albufera”, el pico Penyagolosa que con sus 1.813 metros sobre el nivel del mar, rivaliza con el Alto de las Barracas (1.839 metros) de la comarca del Rincón de Ademuz, al ser estas montañas las de máxima elevación situada dentro del territorio valenciano o el altivo Montdúver, el costero Montgó, la cercana sierra de Gúdar, las sierras conquenses, los Montes Universales e incluso las estribaciones béticas septentrionales.
Cabe reseñar que Javalturia fue poblada por iberos, romanos, visigodos y árabes, además de los actuales moradores, por lo que no sólo ha sido lugar de confluencia florística, sino que su rica historia lo configura como un punto de encuentro de civilizaciones de las que todavía se aprecian numerosos vestigios. También cabe destacar su riqueza paleontológica que tiene su máxima expresión en los restos fosilizados de grandes saurios encontrados en los terrenos jurásicos que cubren buena parte de este territorio.
Se puede encontrar más información sobre senderismo en la Comunidad Valenciana, en la “Guía Senda Verde” de la Generalitat Valenciana: www.cma.gva.es/senderos.
FOTO 1: Embalse de Benagéber: los densos pinares del río Turia, muestran un aspecto a menudo “selvático”.
FOTO 2: El río Arcos atraviesa intrincados parajes de gran belleza.
FOTO 3: El curso medio-alto del río Arcos se encuentra flanqueado por numerosas paredes verticales o “cuchillos”
FOTO 4: Aspecto invernal de las cumbres de Javalambre que predomina desde el otoño hasta la primavera.
FOTO 5: El cielo sin contaminación lumínica de Javalturia permite recrearse con las maravillas del Universo.
FOTO 6: Javalturia contiene numerosos árboles monumentales.
FOTO 2: El río Arcos atraviesa intrincados parajes de gran belleza.
FOTO 3: El curso medio-alto del río Arcos se encuentra flanqueado por numerosas paredes verticales o “cuchillos”
FOTO 4: Aspecto invernal de las cumbres de Javalambre que predomina desde el otoño hasta la primavera.
FOTO 5: El cielo sin contaminación lumínica de Javalturia permite recrearse con las maravillas del Universo.
FOTO 6: Javalturia contiene numerosos árboles monumentales.
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